Del 10 al 12 de noviembre, la Comuna Santa Clara, cerca de la gran capital ecuatoriana,
Quito, fue testigo de una construcción única que no solo trajo consigo un nuevo hogar,
sino también una renovada esperanza para la familia de Sandra, su esposo Iván y sus
dos hijos, Dana y Gerald. Quienes anteriormente vivían en condiciones difíciles,
compartiendo un espacio reducido con otras diez personas. La casa en la que residían
carecía de comodidades básicas: sin baño ni ducha, obligándolos a hervir el agua para
asearse. Esta realidad desgarradora era un reflejo de los elevados índices de pobreza y
la falta de acceso a servicios esenciales en la zona.
La Fundación Raíz CAEMBA intervino para cambiar el curso de la vida de la familia
Lagla, en colaboración con la Fundación Niños de María y el Club Rotario de Cumbayá.
La Fundación Niños de María, con conocimiento directo de la situación de Sandra al
haber estudiado en su escuela, tomó la iniciativa para asegurar un futuro más digno
para esta familia. El Club Rotario de Cumbayá también se unió, brindando un valioso
respaldo para hacer realidad esta noble causa.
La construcción de una casa de bambú térmica se llevó a cabo durante tres días, con el
apoyo entusiasta de voluntarios locales, incluidos grupos como Rotaract Quito y
Cumbayá. El resultado fue más que un simple hogar: una vivienda con una vista
privilegiada de Quito, baño y ducha, y habitaciones separadas que brindan intimidad y
comodidad.
Sandra Lagla expresó su felicidad con estas palabras: "Estoy tan feliz por esta casa, y
más aún por mi hija, que siempre ha querido un baño". La entrega de la casa fue un
momento profundamente emotivo, especialmente cuando Iván, el esposo de Sandra,
compartió entre lágrimas que esta nueva vivienda significaba el fin de la humillación
que enfrentaban diariamente.
La Fundación Raíz CAEMBA busca restablecer el equilibrio y empoderar a estas
familias a través de actos significativos como este. Más allá de la construcción física, se
construye un puente hacia un futuro más prometedor, donde la educación de calidad y
la vivienda segura y sostenible van de la mano para transformar vidas y comunidades
enteras.