Es una paradoja triste: las comunidades que viven a orillas de la cuenca del río Aguarico no pueden utilizar el agua porque está contaminada. Sin embargo, es una coincidencia feliz que la empresa privada se haya empeñado en apoyar la disminución de la desnutrición infantil. Esto está sucediendo ahora mismo.
Lo que ha sucedido para los siekopai de estas comunidades es muy significativo y es una muestra a escala de lo que se puede hacer por todo el país. Toyota del Ecuador ha hecho cabeza de la iniciativa #AguaSegura.
Es evidente que uno de los más urgentes problemas del Ecuador es la desnutrición infantil. Y, es igualmente evidente que el agua de calidad es un factor determinante en la buena nutrición de los niños ecuatorianos.
La empresa japonesa entendió esta realidad y aprovechó la opción legal de utilizar una deducibilidad del 150 % en el cálculo de la base imponible del Impuesto a la Renta a cambio de apoyar efectivamente la lucha contra la desnutrición infantil.
Fundación Raíz es la ejecutora del proyecto #AguaSegura, que dotará de agua para uso y consumo humano a nueve comunidades indígenas ubicadas en las márgenes del río Aguarico.
Yanalpa, Yamajeet, Sekoya Remolino, Bellavista, Abokewira, Taikua, Charap, Nueva Esperanza y Pucapeña son las comunidades que obtendrán este beneficio; están integradas al cantón Shushufindi.
Desde hace más de 50 años las actividades de exploración y explotación petroleras, además de la siempre y refinamiento del aceite de palma fueron contaminando las fuentes de agua. La actividad cotidiana de proveerse de agua, increíblemente, consume buena parte de las energías de las mujeres.
El agua contaminada provoca enfermedades, inclusive el incremento de la mortalidad, la desnutrición crónica infantil y cáncer. Este hecho no es muy notorio porque la población es dispersa en pequeños caseríos de entre 5 y 15 familias, en lugares remotos con acceso únicamente fluvial.
Al respecto, se define como agua apta para consumo humano al agua utilizada para beber, preparar y cocinar alimentos u otros usos domésticos, independiente del origen y suministro, con características físicas, químicas y microbiológicas que garanticen su inocuidad y aceptabilidad para el consumo humano.
En cada comunidad se está construyendo torres de metal que sostienen tanques de agua de 2.500 litros; tiene, además, un filtro y un clorinador. De aquí, se tienden la tubería para abastecer a cada vivienda de la comunidad.
Se perfora, además, un pozo hasta llegar a la fuente de agua. Luego, el líquido es llevado a los tanques con bombas sumergibles movidas de energía solar, en un claro compromiso con la reducción de los gases de efecto invernadero.
Para el buen funcionamiento del sistema en la zona de intervención, el plan completo incluye 9 pozos, 6 torres y 10 sistemas de bombeo. En cada comunidad, se está capacitando a dos personas para que se encarguen de la operación y el mantenimiento. Adicionalmente, se ha rehabilitado cuatro sistemas.
En total, se beneficiará a 560 personas, de las cuales 307 son niños.
El Presidente de Toyota, Hiroshi Kitahara, viajó hasta la comunidad Secoya Remolino. Colón Piaguaje fue su guía, como coordinador del proyecto en territorio. Juan Fernando Serrano, de Fundación Raíz ha supervisado todos los detalles del proyecto. El resultado de este encuentro positivo ha sido un resultado positivo en la lucha contra la desnutrición infatil. Lo verificó Diego Falconí, Secretario Técnico de Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, quién, además, certificó que este proyecto es un método efectivo para esta lucha nacional contra la desnutrición.
#AguaSegura es una muestra relevante de cómo las empresas privadas pueden beneficiarse de la deducibilidad de los impuestos y, al mismo tiempo, beneficiar a los comunidades pobres, tan necesitadas de todo.